miércoles, 9 de octubre de 2013

Sor Juana Inés de la Cruz
(Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 - Ciudad de México, id., 1695) Escritora mexicana. Fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.
Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.

Sor Juana Inés de la Cruz
Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés, cuya obra introdujo en el virreinato, y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad.
Perdida gran parte de esta obra, entre los escritos en prosa que se han conservado cabe señalar la carta Respuesta a sor Filotea de la Cruz, seudónimo de Manuel Fernández de la Cruz, obispo de Puebla. En 1690, éste había hecho publicar la Carta atenagórica, en la que sor Juana hacía una dura crítica al «sermón del Mandato» del jesuita portugués António Vieirasobre las «finezas de Cristo», acompañada de una «Carta de sor Filotea de la Cruz», en la que, aun reconociendo el talento de la autora, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres.
A pesar de la contundencia de su respuesta, en la que daba cuenta de su vida y reivindicaba el derecho de las mujeres al aprendizaje, pues el conocimiento «no sólo les es lícito, sino muy provechoso», la crítica del obispo la afectó profundamente, tanto, que poco después sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca y todo cuanto poseía, destinó lo obtenido a beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa.
Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.
Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, sor Juana Inés de la Cruz (1689),Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700).
La obra de Sor Juana Inés de la Cruz

Aunque su obra parece inscribirse dentro del culteranismo de inspiración gongorina y del conceptismo, tendencias características del barroco, el ingenio y originalidad de Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente particular. Ya desde la infancia demostró gran sensibilidad artística y una infatigable sed de conocimientos que, con el tiempo, la llevaron a emprender una aventura intelectual y artística a través de disciplinas tales como la teología, la filosofía, la astronomía, la pintura, las humanidades y, por supuesto, la literatura, que la convertirían en una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas.
En la poesía de sor Juana hay numerosas y elocuentes composiciones profanas (redondillas, endechas, liras y sonetos), entre las que destacan las de tema amoroso, como los sonetos que comienzan con "Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba..." y "Detente, sombra de mi bien esquivo...". También abunda en ella la temática mística, en la que una fervorosa espiritualidad se combina con la hondura de su pensamiento, tal como sucede en el caso de "A la asunción", delicada pieza lírica en honor a la Virgen María.

Firma autógrafa de Sor Juana
Mención aparte merece Primero sueño, poema de casi mil versos escritos a la manera gongorina en el que sor Juana describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio de puro y libre goce intelectual. El trabajo poético de la monja se completa con varios hermosos villancicos que en su época gozaron de mucha popularidad.
En el terreno de la dramaturgia escribió dieciocho loas, dos sainetes (la comedia de capa y espada Los empeños de una casa y el juguete mitológico-galanteAmor es más laberinto), un sarao o fin de fiesta, así como tres autos sacramentales: El divino NarcisoSan Hermenigildo y El cetro de San José. Aunque la influencia de Calderón resulta evidente en muchos de estos trabajos, la claridad y belleza del desarrollo posee un acento muy personal.
La prosa de la autora es menos abundante, pero de pareja brillantez. Esta parte de su obra se encuentra formada por textos devotos como la célebre Carta athenagórica (1690), y sobre todo por la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), escrita para contestar a la exhortación que le hiciera firmando con ese seudónimo el obispo de Puebla para que frenara su desarrollo intelectual. Esta última constituye una fuente de primera mano que permite conocer no sólo detalles interesantes sobre su vida, sino que también revela aspectos de su perfil psicológico. En ese texto hay mucha información relacionada con su capacidad intelectual y con lo que el filósofo Ramón Xirau llamó su "excepcionalísima apetencia de saber", aspecto que la llevó a interesarse también por la ciencia, como lo prueba el hecho de que en su celda, junto con sus libros e instrumentos musicales, había también mapas y aparatos científicos.

La fábula


PARA APRENDER DE LOS ANIMALES

(Tomado del libro de Conceptos Básicos, segundo grado, volumen I, asignaturas académicas, de Telesecundaria, mayo 2003)

 

      Hombres imaginativos y creativos han sabido ver en los animales una fuente de lecciones de sabiduría para el ser humano. Así han escrito obras literarias, llamadas fábulas, en las que ciertos animales representan virtudes del hombre que permiten sobreponerse a las adversidades o defectos que conducen al ridículo o al fracaso. Generalmente sus personajes son animales humanizados (con rasgos y comportamiento humano), como se puede observar en el siguiente ejemplo:

El indio, el cisne y el cuervo (1)

En una laguna

inmediato a tierra,

bañándose un cisne

estaba una siesta.

 

Acercóse un cuervo

a la orilla de ella,

y  el cisne al mirarlo

le dijo con serias

palabras :_Amigo,

¿no le da vergüenza

de estar su figura

puesta en mi presencia?

¿mi albura y candor

No le ofende y ciega?

 

_No, amigo, le dice

El cuervo con flema,

Los dos somos aves

sin más diferencia

que tu pluma es blanca

Y mi pluma es negra.

 

Oyó un indio viejo

Que estaba allí cerca

Lavando su ropa,

Toda la contienda,

Y al cuervo le habló

de aquella manera:

 

_Tú tienes razón;

Yo tal respondiera

Si un hombre tuviese

Igual insolencia

conmigo, pues siendo

todos hijos de Eva,

solo nos distingue

la lona y la seda.

 

Vaya que los indios

en chanza o en veras

suelen decir cosas

que no se creyeran.

 

  

*Personajes animales humanizados.

     El cisne _ símbolo de la belleza por el cuello largo y elegante, así como por la blancura de su plumaje _ representa la arrogancia, el sentimiento de superioridad infundado. En tanto, el cuervo _ símbolo de la fealdad, porque el color negro de sus plumas se asocia comúnmente a ella _ encarna la seguridad en uno mismo ante los arrogantes, y la convicción de que no hay seres superiores por su color.

 

*Personajes humanos.

    El indio que aparece en la fábula representa a un grupo humano que injustamente ha sido considerado inferior por el color de su piel

 

Diálogos

    En las fábulas, los animales hablan entre sí y con los humanos. De sus diálogos se desprenden unos símbolos de virtud (el cuervo, por su seguridad de que nadie es superior a los demás) y otros de defecto (el cisne, por su arrogancia).

 

Acontecimientos

    Los hechos son escasos y breves en una fábula. En nuestro ejemplo, un par de aves se encuentran y dialogan, un hombre las escucha hablar y luego conversa con una de ellas para expresar su acuerdo con lo que el ave ha dicho.

    Los sucesos narrados en la fábula se agrupan conforme a estos tres elementos:

*Introducción. En ella se explica con pocas palabras la situación en la que van a ocurrir los acontecimientos.

*Desarrollo: Aquí se relatan los principales hechos, hasta el momento de mayor tensión, en el que los rasgos, valores, acciones y posiciones de los personajes se oponen claramente.

*Desenlace. En esta parte, el conflicto entre los personajes se resuelve, porque el protagonista logra sobreponerse a una prueba o porque fracasa en ella a causa de su defecto.

 

 

Moraleja

    Casi siempre las fábulas incluyen una moraleja (o enseñanza moral), en la que las lecciones que se derivan de los actos y los diálogos de los personajes se expresan de manera resumida.
                     ¿QUÈ ES UNA FÀBULA?
Una Fábula, es una pequeña historia literaria, donde los personajes son personificaciones con animales, plantas u objetos que actúan como nosotros los humanos. Estos pequeños cuentos, tienen una enseñanza omoraleja que es explicada al final de las fabulas. Eso es una fábula.


Una fábula se caracteriza por mostrar un contenido moralizante, e intenta dejar una enseñanza en quienes la leen. Muchas tienen por lo menos una moraleja, no son muy largas, y contienen pocos personajes.



               ¿QUÈ ES LA MORALEJA?
Una moraleja es una enseñanza que el autor quiere transmitir como conclusión de su obra.


EL LORO Y LA GATA


Una vez, un hombre compró un Loro en el mercado, y lo dejó suelto en su casa. El Loro domesticado por su anterior dueño, se subió tranquilamente a un mueble y muy alegre, se puso a repetir y repetir todo cuanto había aprendido.

La Gata de la casa, lo oyó y se acercó a el. Le preguntó quién era y de dónde venía. El Loro respondió:

"Tu Amo, acaba de comprarme."

La Gata contestó:

"¿Y cómo te atreves, descarado animal, a lanzar semejantes gritos siendo recién llegado?. A mí no me dan tanta libertad, y mi desgracia es tal, que ni siquiera puedo maullar a pesar de haber nacido en esta casa."

El Loro nuevamente le respondió:

"Amiga mía, será porque no hay punto de comparación entre los dos. Mi voz alegra al Amo, en cambio la tuya, lo fastidia."


Moraleja
Lo que remedio no tiene,
olvidarlo es mejor.

martes, 1 de octubre de 2013

Sonetos



 Lope de Vega

Rimas, Soneto I


Versos de amor, conceptos esparcidos
engendrados del alma en mis cuidados,
partos de mis sentidos abrazados,
con más dolor que libertad nacidos;

expósitos al mundo en que perdidos,
tan rotos anduvistes y trocados
que sólo donde fuistes engendrados
fuérades por la sangre conocidos:

pues que le hurtáis el laberinto a Creta,
a Dédalo los altos pensamientos,
la furia al mar, las llamas al abismo,

si aquel áspid hermoso no os aceta,
dejad la tierra, entretened los vientos,
descansaréis en vuestro centro mismo.


A la noche


Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo




Soneto


Ardese Troya, y sube el humo escuro
al enemigo cielo, y entretanto,
alegre, Juno mira el fuego y llanto:
¡venganza de mujer, castigo duro!

El vulgo, aun en los templos mal seguro,
huye, cubierto de amarillo espanto;
corre cuajada sangre el turbio Janto,
y viene a tierra el levantado muro.

Crece el incendio propio el fuego extraño,
las empinadas máquinas cayendo,
de que se ven ruinas y pedazos.

Y la dura ocasión de tanto daño,
mientras vencido Paris muere ardiendo,
del griego vencedor duerme en los brazos.


Francisco de Quevedo (1580-1645)

Miré los muros


  Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes ya desmoronados

de la carrera de la edad cansados

por quien caduca ya su valentía.


  Salíme al campo: vi que el sol bebía          5

los arroyos del hielo desatados,

y del monte quejosos los ganados

que con sombras hurtó su luz al día.


  Entré en mi casa: vi que amancillada

de anciana habitación era despojos,             10

mi báculo más corvo y menos fuerte.


  Vencida de la edad sentí mi espada,

y no hallé cosa en que poner los ojos

que no fuese recuerdo de la muerte.


 
 
Estrofa:  Soneto (catorce versos de once sílabas: 
          dos cuartetos [o serventesios] y dos tercetos)
 
 
Sílabas:   Once en cada verso
 
   1 2  3   4 5   6  7  8   9 10      + 1 = 11
  Miré los muros de la patria -a,
 
  1     2  3   4  5   6  7  8 9 10    + 1 = 11
si_un tiempo fuertes ya desmoro-nados
 
 1  2  3  4 5  6   7  8   9 10        + 1 = 11
de la carrera de la_edad cansados
 
 1     2   3 4 5  6  7  8 9 10        + 1 = 11
por quien caduca ya su valen-a.
 
Rima:  Rima perfecta, con el esquema: ABBA ABBA CDE CDE
 
  Miré los muros de la patria mía,            A
si un tiempo fuertes ya desmoronados          B
de la carrera de la edad cansados             B
por quien caduca ya su valentía.              A
 
  Salíme al campo: vi que el sol bebía        A
los arroyos del hielo desatados,              B
y del monte quejosos los ganados              B
que con sombras hurtó su luz al día.          A
 
  Entré en mi casa: vi que amancillada        C
de anciana habitación era despojos,           D
mi báculo más corvo y menos fuerte.           E
 
  Vencida de la edad sentí mi espada,         C
y no hallé cosa en que poner los ojos         D
que no fuese recuerdo de la muerte.           E



        El SONETO  es un poema de catorce versos endecasílabos, divididos en dos cuartetos y dos tercetos, con esquema básico de rima  abba    abba    cdc   dcd


                 RECURSOS LITERARIOS

     (empleados por los poetas modernistas, S.XIX)

METÁFORA
COMPARACIÓN
ALEGORÍA
IMÁGENES
  Es cambiar el sentido de las palabras basándose en una semejanza para lograr una expresión más intensa.
  Se identifica por el cambio de significación
  Es confrontar dos cosas esencialmente distintas, que poseen un rasgo semejante.
 Se identifica por la presencia de comparativos: como…, parecido a…,semejante a…
  Es una gran metáfora formada por una serie de ellas.
  Se identifica por ser una serie de metáforas.
  Son palabras que impresionan los sentidos provocando sensaciones, para comunicar emociones.
  Se identifica por las sensaciones que provocan: visuales, auditivas, táctiles, etc.
EJEMPLOS:
  Una mano de nieve.
  Las bocas de grana son húmedas y frescas.
  Ámame mar y nube, espuma y ola.
EJEMPLOS:
 Sus cabellos rubios como el oro.
  Blanca semejante a la nieve.
EJEMPLO:
   Las bocas de grana son húmedas fresas,
  las negras pupilas escancian café,
    son ojos azules las llamas traviesas,
  que trémulas corren como almas de té.
EJEMPLO:
  La vi tendida de espaldas entre púrpura revuelta…estaba toda desnuda aspirando humo de esencias en largo tubo escarchado de diamantes y de perlas.



       Aunque nos resulte un poco difícil de comprender, debemos aprender a gozar los mensajes de belleza, armonía y color que presenta la poesía modernista; a través de su lectura podríamos lograr los tres niveles de comprensión: literal, interpretativo y valorativo.